Una vez más la violencia sin sentido de las armas de fuego ha sesgado las vidas de personas inocentes y afectado trágicamente las vidas de innumerables otras. Mi corazón se duele por las víctimas de este horripilante acto de violencia. Cuando las víctimas son parte de una comunidad que históricamente ha sido oprimida, este tipo de violencia puede estremecer a la comunidad LGBTQI, no solamente en Orlando sino en todas partes, incluyendo a nuestra diócesis.
Debemos todos afirmar abiertamente y solidarizarnos con el derecho a la seguridad de todas las personas de sexualidad gay, transgénero, lesbiana, diferente o en proceso de definición. Son nuestros hermanos, hermanas, hijos e hijas, padres, amistades y personas amadas. Unamos nuestras voces para reconocer el profundo dolor de toda la comunidad LGTBQI y afirmemos que somos uno con ustedes y que estamos en oración también por ustedes. Al mismo tiempo, debemos orar por el ejecutor de los hechos y su familia y por que este horrendo incidente no se utilice como justificación para el odio religioso o racial. Que el Dios cuya Paz excede todo entendimiento nos sostenga ahora.
El Reverendísimo James R. Mathes
Obispo
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